De vuelta

Es cierto que sigo fascinada con la isla y a pesar de la primera sensación de extrañeza al llegar a Granada he de reconocer que vuelvo a estar mejor que nunca. Marta, mi compañera en el taller literario, me hablaba de que la neurología está interesadísima en cómo las experiencias generan cambios estructurales en el cerebro, y yo recordé esa cuestión de que los aprendizajes nuevos generan receptores que antes no existían (recomiendo el documental "Y tú qué sabes").Así que al igual que Zaragoza me abrió la mente y me introdujo en el Amor universal, Tenerife ha logrado el equilibrio de fuerzas, te toda esa energía en bruto.Me serené en mi sesión psicoanalítica, y hasta no me ha apetecido salir hasta las mil el fin de semana, he aprovechado las mañanas para escribir.El sábado me tomé una cerveza con la gente del Centro Freudiano, después de la formación, y con Luna que vino de visita (acabamos con Marta en la Tertulia con un chucuchucuchu maravilloso).El domingo nos fuimos de excursión al campo, con la mitad de la familia de Ali y la otra mitad de amistades comunes.¿Lo mejor de todo? Que estoy cuidando de Leo, el niño más bonito del mundo, lo saco a pasear o jugamos durante horas en su mantita, está fascinado con su imagen en el espejo.Ahora está durmiendo y ya le he preparado el biberón por si se despierta con hambre, mientras yo voy leyendo bibliografía atrasada de los cursos y estoy alerta por si me necesita.Toda la vida he andado buscando desesperadamente los peldaños necesarios, no soportaba el vacío, y ahora los peldaños se me van poniendo solos hasta una distancia que puedo vislumbrar, que no me agobia por planificada sino que me ayuda a estructurarme, que me da un lugar, un algo que hacer.Lo de Argentina no salió porque no tenía que salir, no era el mejor momento y ahora sé que haberlo hecho por cabezonería y a contrapelo no habría servido de nada. Estoy disfrutando de este presente que tengo, del proyecto a Buenos Aires el año después del Master que quiero hacer aquí, de los posibles 6 meses en la isla de mis sueños. Bueno, no se agobien, los planes son susceptibles de cambiar, pero así soy yo, si no invento algo fuera de esta ciudad me agobio, necesito saber que mis expectativas siguen siendo volar y vivir y aprehender nuevos mundos y nuevas ciudades (ayer leí un artículo tan bonito de Benjamín Prado hablando de las ciudades imaginadas de los libros y la Isla Negra de Neruda).Ummm, huele tan rico el patio de la casa del niño Leo.Mucho amor a todos.Ámina estoy planeando un viaje a verte y a sentirte feliz en tu nuevo salto, te percibo serena y si no, es cuestión de tiempo.