De azules y libros

SUCEDE... QUERER HABLAR CON LOS LABIOS CERRADOS; TANTOS COLORES IGUALES EN LAS CABEZAS DE TANTA GENTE DISTINTA... POR DONDE PASA UNA PERSONA PASA SU NOVELA... LIBROS LLENOS DE AZULES, DE AZULES Y DE LIBROS...

jueves, noviembre 10, 2005

Fragmentos Bereberes del Magreb


Cuanto tiempo sin escribir aquí.
El viaje a Marruecos...
Los olores, la gente, las calles, los zocos, todo genial, todo perfecto pero demasiado organizado, demasiado “tipical”, demasiado turístico, supongo que no es mi estilo.
Por otro lado la medina de Fez y le llegada de repente a pleno siglo XII en un lugar sin alcantarillado, comida llena de moscas y los curtidores entre olores nauseabundos. Por supuesto todos fotografiando la crudeza "pintoresca" en la que hacía hincapié nuestro maravilloso guía autóctono mientras visitábamos en Casablanca la nueva mezquita flotante financiada con 600 millones de dólares americanos. La humildad es una cosa, pero por la falta de dignidad no paso.
La ruta fue interesante, Marrakech (absolutamente mágica), Casablanca (el Benidorm de Marruecos), Rabat(una capital bastante occidental), Megnes (plaza y callejas preciosas, su zoco...), Fez (una ciudad moderna con una medina de la edad media, salimos de marcha a probar la xixa (pipa con tabaco de sabores) y paso relámpago por Ifrem (la suiza, con casas de techos puntiagudos y pizarra, de Marruecos).
Sorprendentemente observé como un dependiente de una tienda de alfombras me miraba insistentemente (hasta aquí esto no es raro en ese país) pero se me acercó para preguntarme si era española, me dijo que tenía rasgos bereberes, alta, castaña, con la nariz pequeña... decía que le sorprendían mis rasgos en una española, no me extrañaría que mis genes vinieran del desierto la verdad, era todo tan parecido a Andalucía. Además la mayoría de los palacios que visitamos eran de la época de Al-hamdalus con los Almorabides, y todo me parecía agradablemente familiar.
La cuestión ese que se suponía que iba a hacer lo que se supone que hacen los bohemios en esos países tan exóticos, es decir, meditar, revisar prioridades, valores, sentimientos... Pero a medida que lo hacía, la tristeza intravenosa se iba apoderando cada vez más de mi sistema nervioso, así que decidí no pensar.
¿La tristeza? sigue con algunos brotes, como una auténtica esquizofreníca en terapia, pero se va controlando. He decidido que tengo muchísimas cosas buenas a mi alrededor, gente que me quiere, edu, mi familia, una carrera que pese a desencantos varios es la que he elegido y la que me gusta, así que estoy muchos más estable, gracias.
Ahora me siento feliz a fin que es de lo que se trata todo esto ¿no? besísimos a todos.

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