De azules y libros

SUCEDE... QUERER HABLAR CON LOS LABIOS CERRADOS; TANTOS COLORES IGUALES EN LAS CABEZAS DE TANTA GENTE DISTINTA... POR DONDE PASA UNA PERSONA PASA SU NOVELA... LIBROS LLENOS DE AZULES, DE AZULES Y DE LIBROS...

miércoles, mayo 24, 2006

Desde la ciudad de las Bicis






Berlín.
Berlín y nosotras.
Y lo más importante; nosotras en Berlín.
No está tan mal pare ser Berlín del Este como dice la canción, una casa acogedora y dos amigas que vinimos al rescate.
Paseos con Frankurts, carcajadas callejeras, conversaciones profundas y frívolas, fiesta al llegar, fiesta al salir entre el "Yesterday" y el mañana.
Llamando de madrugada a las puertas de las fachadas, afters escondidos con poemas en las paredes y cerveza barata.

"Ich bin in mich selbst verlienbt
ich wusste micht, dess
es des gibt,
Doch ich liebe, je ich liebe
murr mich,
Das ist schade, schade fäur dich. (Doreu)

"Estoy enamorada de mi misma
no sabía que eso era posible,
pero yo amo,
y me amo solo a mi,
es una pena,
es una pena para ti."

Bares sin hora de cierre, alemanes que buscan besos espiándonos de cerca como estatuas, amigas que llevan debiéndose algo así toda la vida, ummm desayunos en la cocina.
Bicis de alquiler, embajada rusa, y ese kilómetro del muro , chaparrones y sonrisas, mercadillos en parques, tiendas de segunda mano, kebap reconstituyentes, y mojadas.
El concierto Elbicho en el café Zapata, música en español y calor sin abanicos, sonrisas cerveceras, risas a la vuelta, sinagoga, putas y escaparates hasta llegar a casa.
Mañana mañanera, cuentos por la noche, verduras con soja, muesli, y hasta la puerta de Brandenburgo, puerta del este y el oeste... Tiradas a la orilla del Spree, atrás queda el parlamento y su esqueleto de Norman Foster, atravesando parques y carril bici, monumento a los judíos como un campo de trigo por el que perderse, caminando a la vera del imaginario muro, hasta la parte de los rascacielos, salchichas con curri a la vuelta.
Con las bicis de vuelta a la zona entrañable, ciudad acogedora, tranquila, cómoda, amena, marchosa y civilizada.
Leemos "Diario de Bagdad" a tercios, Ámina nos corta el pelo, Alicia tararea el cd de Sabina, y yo aquí sigo, hoy nos toca el barrio de kudam.
Estoy con mis amigas en Berlín, y aún nos quedan cuatro días.

(Los bares no cierran, hay miles de opciones, la marcha está integrada en el ritmo de la ciudad, es difícil distinguirla de la cultura y las exposiciones. Los bares no tienen toque de queda, es todo baratísimo, como Granada hace unos años. ¿Qué nos esta pasando en España?).

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