De azules y libros

SUCEDE... QUERER HABLAR CON LOS LABIOS CERRADOS; TANTOS COLORES IGUALES EN LAS CABEZAS DE TANTA GENTE DISTINTA... POR DONDE PASA UNA PERSONA PASA SU NOVELA... LIBROS LLENOS DE AZULES, DE AZULES Y DE LIBROS...

sábado, diciembre 24, 2005

Tiramisú emocional


Navidad, curioso el equinoccio de invierno, como San Juan pero con mucho frío, fiesta fundamental para casi todas las culturas y religiones, eso de que la navidad es católica en fin.
Y parece que yo estoy reconquistándola, pero realmente no estoy reconquistando nada. No me gusta esperar a que pase el tiempo, pero tampoco hay mucho que me motive especialmente: la cena erasmus, eso sí, ver ya a mi él, fin de año en Cabra, basta, nada más. Aunque he intentado que esta vez fuera diferente, pero no puedo evitar pensar Ámina robándome el móvil constantemente para meter su tarjeta, nuestro tiramisú juntas, mmm, ¿dónde estarán las luces de artistas? me temo que siguen por Via Po, Garibaldi, Via Roma... mi manca tantto tutto.
¿Dónde habito, dónde habitare desde ahora? Me quejo de que parece que nadie ha parecido darse cuenta de que hace un año más o menos que no soy la misma, pero es que ni siquiera yo creo haberme dado cuenta. ¿Sigue siendo normal tanta melancolía? Por lo menos la psicología vuelve a emocionarme, y Granada con Alicia ha sido una bendición, otra vez las calles con ella, y sentir el sol desde su casita en el Albayzín.
Aquí estoy en el centro de Córdoba (cómo le decía a mi padre, "es que últimamente no sé con quién ir al cine, y al final no voy..." "ya, pero por lo menos en Granada hay cines..." ) Y aquí estamos decidiendo cuales son las cosas factibles que podemos hacer, supongo que hoy iremos a la capital y luego comeremos nuestra particular cena de Navidad: filete con patatas y huevos, absurdos carros de cuarenta mil pesetas llevados por gente que luego se queja de que no puede pagar la hipoteca.
En fin, Feliz Navidad.

Etiquetas:

martes, diciembre 20, 2005

Nuestra ninguna parte


Las historias se quedan a medias
solo hablas
mientras terminas la cena.
Es cierto que llueve,
pero solo llueve a medias.
¿Y no volveremos a vernos, lo sabes?
Cuéntame las estrellas,
conocerte fue un segundo
del que olvidé darme cuenta,
un paréntesis entre
espirales concéntricas.
¿Qué te llevas? un idioma,
un momento, y una deuda en los bolsillos.
La pasta está lista, sirve el whisky,
donde el hielo es un tesoro,
...seguro que están al llegar...
¿te das cuenta?
Una idea entre tantos colores,
nunca más desde ninguna parte,
pero nuestra ninguna parte...
Hola dura tanto que me aterra
no volver a pedirte una canción...
¿por qué nosotros?
¿Por qué aquí?
¿Por qué no?
... si conocerte fue un segundo."
(Caye, 31/11/2004. Torino. Aquella noche en la cocina).

Etiquetas:

jueves, diciembre 15, 2005

Tiempos mejores.


Un periodo ansiado y contradictorio, mescolanzas y mestizajes personales, mis rasgos de personalidad a veces juegan a reconciliarse y es realmente un alivio, os doy las gracias desde aquí.
Ocupada todo el día, con el puente y el viaje a Londres con mi él, (cuando me pase alguna foto prometo dejaros espiarnos en la zona uno) pensamientos, luego largas mañanas en la cama exprimiendo el puente entre visitas al albayzín, Alhambra, cine, bares, haciendo botellón en miradores congeladores.
Otra vez mi parte mora vuelve a reconciliarse con Granada, pero a veces es capaz de desquiciarme tanto. Supongo que no podría vivir sin entrar a un chawarma y sonreír al encontrarme a un grupo de musulmanes con una guitarra y algunas canciones de la tierra, sí, así es esta ciudad.
Más tranquila es cierto, supongo que llegué a la catarsis en esos diez días y ahora me reconstruyo, como conquistando parcelas de mi misma desde que llegué de aquel año mágico en Torino, mi detonante, mi antes y después, mi todo, mi amor y mi tristeza.
Como jugando al risk conmigo misma, supongo que estar en kanchazka nuca fue fácil para nadie, a caballo entre lo que es real y lo que no, y eso que yo siempre fui una irreal, así que para mi lo no real es más real aún que nada en el mundo, una especie de cuerpo y mente. Y aquí me encuentro, intentando reconquistar la navidad que se olvidó de mi al crecer un poco. Ahora gracias a mi él, la empiezo a ver con otros ojos, además, este es un fin de semana de reencuentros con grandes y viejos amigos que llevo sin tocar desde verano y ha hecho mucho frío desde entonces.
Caye que escribe mientras le empieza a gustar lo que ve en frente del espejo.

Etiquetas: