De azules y libros

SUCEDE... QUERER HABLAR CON LOS LABIOS CERRADOS; TANTOS COLORES IGUALES EN LAS CABEZAS DE TANTA GENTE DISTINTA... POR DONDE PASA UNA PERSONA PASA SU NOVELA... LIBROS LLENOS DE AZULES, DE AZULES Y DE LIBROS...

jueves, abril 27, 2006

Hay que creer en el milagro mundano



La primavera siempre me saltó las lágrimas, pero no como este año (creo que derepente me dio alergia).
Vuelvo del concierto de mi generación con los ojos hinchados, una versión de los Rolling sentados en el césped.
Hace años hubiera llorado de imaginarme simplemente ahí sentada, ahora es la falta de pretensión de los momentos especiales es lo que me emociona.
Llego a casa y una canción me recuerda a un viejo amigo, como en esos programas de dedicatorias de la radio le dejo unas palabras en el Messenger.
Planeo otra sorpresa para una amiga y me siento un poco más vieja, aunque con entrar en mis viejos vaqueros me conformo, ya llegará la sabiduría más adelante, como llegaba en la adolescencia, con todas esas historias por primera vez, historias que nadie excepto yo, había vivido y sentido antes, por eso sabía que nadie me entendería.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un día personal.
Estaba demasiado triste como parar robarle más melancolía a los días, a la primavera, a los domingos como este, al diario sobre el que escribo, a los amigos que llevo tiempo sin ver.
Pero pasaron los días grises y vuelvo a sentir la belleza de la decadencia sin que me haga daño, la vuelvo a utilizar para sentir.
Supongo que al fin y al cabo, hoy es un día muy feliz.

Perdón por llevar tanto tiempo sin escribir, pero resulta que he descubierto que tengo una vida, y por tanto mis horas en Internet han menguado para dar comienzo a estreses académicos, sociales, personales, intelectuales, vuelvo a sentirme muy viva.
Esta sábado quizá vaya a la playa, el lunes al concierto de Marlango, Niños Mutantes, y mi queridísimo Quique González (del que tomo el titulo de este post) y el martes y el miércoles: las cruces, así que si alguien piensa venirse por aquí dadme un silbidito.
Espero que todos estéis bien
Por cierto, la foto es un acontecimiento histórico,"yo con tacones" pero es que en semana santa estuve en mi pueblo (Cabra) y se los cambié un rato a una amiga para que descansara, jijiji.
Caye que reaparece sonriente tras semanas de ajetreos soleados.

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