Con fragmentos de Rayuela en la cabeza, y estas imagenes

Hilando mi vida.

A todo el mundo le encanta Granada, y qué, a mi ni siquiera se me presenta como una ciudad interesante, hermosa sí, es cierto, pero hay tantas otras ciudades hermosas en el mundo que sinceramente no me parece para tanto.
Como una desconocida dentro de mi propia facultad. No conozco a nadie, me siento una especie de garrapata que se engancha el primero que medio conoce para poder salir, quedar, hablar... Sinceramente tengo unas ganas enormes de echarme a llorar.
Casi todos en Madrid y yo sola.
El aire, el autobús, la misma gente de siempre, la misma mierda de siempre y tenerme que quedar a comer aquí, perdiendo tres preciosa horas en leer un rato y venir a la biblioteca (para qué, porque al final ni dios entra en el puto blog y eso me entristece aún más teniendo en cuenta que lo utilizo para reventar, pero en el fondo es como seguir reventando sola).
Me porté genial con unas nenas que no conocían Granada ni a nadie, hay que joderse. Yo las llamaba, salía con ellas, quedaba... y ayer se fueron de marcha sin un puto mensaje ¿alguien sabe que coño le pasa a la gente?
Si, sinceramente no estoy bien.
Y borro renglones para que no sean demasiado difíciles de leer.
Sin motivaciones, ni amigos, ni Edu, ni nada.
Una puta mierda y encima escuchando a todos los séneca (que últimamente son los únicos con los que me relaciono) que si Granada es genial. -Aah, si? pues yo estoy deseando largarme de aquí de una vez, no soporto esta ciudad de la que en el fondo soy tan dependiente y a la que quiero tanto, todo hay que decirlo y hay que volver a joderse-.
Hoy me he sorprendido en la puerta de la cafetería, mientras me daba el sol, contándole algo así como mi crisis existencial a una Erasmus francesa que me ha preguntado si podía sentarse en mi mesa. Pero si es que no tengo a quien contarle las cosas, que queréis que haga. Luego me siento fatal porque ella no se ha enterado absolutamente de nada y no me gustaba la sensación de haber llegado a este extremo.
¿Un mal día? pues el de ayer no lo quiero ni contar.
Anda, ustedes que pueden, sean felices.

Ventanas abiertas

Hoy llueve en Granada, hace uno de esos días blancos.
Al llegar a casa tenía un mail de Amnistía Internacional.
Ventanas abiertas, pensé, como el cuadro de Matise.
Siempre que puedo, o que me mandan cartas procuro ayudar con mi firma en lo que puedo. Lo último fue un asunto de un español condenado en filipinas a pena de muerte. se han coseguido 23 km de firmas y se ha reabierto el caso cuando era jodidamente difícil.
No sé, esta mañana he apuntado el número de un grupo de voluntariado, para gente con trastornos mentales (que no enfermos, he aquí la diferencia entre psicólogos que tratan conducta y psiquiatras que medican).
Yo sigo en plena crisis existencial, pero me apetece volver a moverme y tener más derecho aún para quejarme.
Creo que también me voy a hacer socia de Amnistía internacional, son sólo 9euros al mes.
Siento la publicidad pero es que realmente me parece importante.
Caye, eufórica y recomendando urgentemente la apertura de ventanas.

Viceversas

Ciertamente, el viejo Dalí nunca me gustó demasiado, esa es la verdad, pero no pude evitar recordar su cuatro "Figura asomada a la ventana" cuando ví a Ámina asomada a la ventana del viejo castillo napolitano dell'Ovo. Y es que me dio la sensación de que poco habían cambiado las cosas y los lugares comunes y sobre todo las muchachas asomadas a la ventana desde 1925 hasta los finales del 2004.
Sin embargo, la plaza Birranbla de Granada utilizada por la Inquisición en la Edad Media para quemar libros (sobre todo Coranes) y herejes ahora es la plaza de las flores, con tiendas, cafeterías, puerta de la Alcaicería y centro cosmopolita de la ciudad.
Los viceversa son relativos y aquel viaje a Nápoles y Sicilia a las puertas de Navidad, (posiblemente decidido por estas fechas hace justo un año) me parece lejanísimo y a la vez me da la sensación de que todo Torino fue ayer
¿Esto es la post-Erasmus? yo que la creía superada, pero los ataques me vienen de a ratos.
Ámi, ojala miraras desde las ventanas de mi casa, y te agacharas a acariciar a todos los gatos granadinos como seguramente harás con los madrileños.
Ojala todos os asomarais desde mi ventana después de venir a tomaros un Pakistaní.
Os quiero, sean felices.

Recovecos

Es curioso como la realidad llega al punto presente, me refiero a que las cosas siguen caminos confusos hasta convertirse en algo tan cotidiano que ni siquiera llegamos a plantearnos cuál fue el momento en el que elegimos determinado camino. Seguramente porque no existe un único vector decisivo sino por las mil y una casualidades/causalidades.
Ahora me resulta conmovedor recordar la historia de amor más linda del mundo, "El amor en tiempos de Erasmus" (tal vez ni García Márquez pudo siguiera llegar a imaginarse algo semejante).
Hoy lo he acompañado a la estación después de que se presentara el jueves para dar hacerme un regalo sorpresa, regalarme un día. Yo por mi parte, como casi no pude hablar cuando lo vi, decidí otro regalo sorpresa, regalarle el domingo. Así hemos convertido un fin de semana en cinco días.
Anoche hablamos de toda nuestra historia llena de recovecos sorprendentes, ya sin importancia alguna por la certeza de tenernos, y si alguno de los dos hubiera tomado decisiones diferentes en aquel momento, seguramente ahora no estaríamos juntos.
Él desde el autobús que lo lleva a Madrid y yo desde esta casa, escuchamos al mismo Quique González, esta canción que me inunda "ahora ya no puedo subirte la falda ni cogerte con vicio..." pero hace más o menos medio año los dos en Torino notábamos como yo perdía el tranvía y debía quedarme una noche más a dormir en su casa, sonaba lo mismo y la luz se intuía, nos acariciábamos la espalda, escuchábamos la canción temiendo que se nos parecía bastante. Ayer hablamos de ello, allí, ambos pensábamos cosas muy distintas a las que realmente pensaba el otro.
Temíamos que se acabaría al volver, luego que se acabaría al terminar las vacaciones... pero ya no podemos evitarlo, estamos domesticados y nos gusta.

El maravilloso tiempo en el que no haces nada.

"Extraña la felicidad si la sometes a los mundanos asuntos de la praxis. Alicia alimentaba oscuras tramas oceánicas y daba explicaciones simples a problemas complejos, Alicia hacía magia con infantiles teorías sobre la soledad, el miedo, los fantasmas y la felicidad.
Siempre le hizo gracia ver a los gorriones moverse en tierra, pequeños saltos absurdos. ¿Cómo podían siquiera atreverse a semejante vulgaridad pudiendo volar? ¿Intentaban reírse de nosotros?
La cuestión es que hasta teniendo alas se necesita tocar el suelo. -Es triste tal certeza- pensaba Alicia mientras disfrutaba sin hacer nada".
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Hoy me siento un poco como Alicia, sólo que yo espero a entrar en clase, y las absurdas deserciones sobre ciertos temas vuelven cómo por ósmosis al pisar la cafetería de Psicología. Absurdos psicólogos, absurdos pensamientos, quién fuera Alicia sin hacer nada.

Un primer día

El primer día de clase me encuentro como una extraña en mi propia facultad. Todo viene en la guía, todos los horarios van coincidiendo y la adjudicación de prácticas va sumando horas con las que no contaba, mañana y tarde, sí señor, de alguna manera tendría que pagar esa Erasmus tan relajada.
Estoy en la biblioteca y resulta que ahora hay que comprar un candado a lo "salbados por la campana" para guardar las cosas en la taquilla, si no, no te dejan entrar, "es lo que hay y tú lo sabías" eso me ha dicho el bibliotecario que ante mi cara de pena ha cedido sólo por hoy, a guardarme en la barra la mochila y dejarme entrar pero “sólo un momentillo".
He comido un trise sándwich de pavo y luego a clase de 4 a 5.
Resulta que luego hay barril, luego un colega celebra su cumple, y mañana me voy a Algeciras al rescate de mi prima que suspira por un él que está en Shangai.
Si todo sale bien, nos iremos a La habana o al Cairo el 21 o 22, y ya estoy agobiada porque no me gusta empezar faltando, una vez dentro de esta nuestra comunidad universitaria, y ese plan estresante "semos europeos" de la evaluación continua, tengo asignaturas que no me permiten ni faltar a clase o a practicas ni una sola vez, y trabajos a cada tema, y uno al final, en fin, maravillosa bienvenida.
Poco más, Granada está preciosa y esto está lleno de Erasmus despistadillos por cada esquina. He leído un montón de nombres raros en las listas de prácticas.
Ciao a tutti, siete grandi.