De azules y libros

SUCEDE... QUERER HABLAR CON LOS LABIOS CERRADOS; TANTOS COLORES IGUALES EN LAS CABEZAS DE TANTA GENTE DISTINTA... POR DONDE PASA UNA PERSONA PASA SU NOVELA... LIBROS LLENOS DE AZULES, DE AZULES Y DE LIBROS...

viernes, agosto 31, 2007

Un extraño post

A petición popular, renovaré mi blog.Estoy estudiando para mi examen del lunes, "Pensamiento" y como todo el mundo sabe, cuando uno está estudiando es cuando de repente y sin saber por qué llegan a la memoria, y a las ganas, miles de cosas que hacer, pero ¿cuál es la estrella por excelencia? sí, ordenar.Así que he estado ordenando apuntes de otros años, tirando la morralla, limpiando y rememorando, y hasta encontré poemas e historietas de hace años, apuntes de la novela anterior, borradores de cuentos, y esas cartas que se escriben pero que nunca se manda, Me he dado un chute de melancolía, sobre todo por pensar en cómo era capaz de sentir de aquella manera, todo tan intenso, tan todo o nada. Me he dado cuenta de que no he vuelto a escribir así desde la adolescencia, escribir de esa manera que hasta duele.He estado pensando reproduciros algo, pero hasta me ha dado pudor, por mí, y por los viejos y nuevos amantes.En la siesta he tenido un sueño en el que terminaba llorando, estaba rodando una película de Almodóvar, yo era una de las actrices, y el resto de los personajes eran bastante parecidos a mis propios personajes, el argumento era que la protagonista acababa convenciéndose para hacerse un psicoanálisis, y yo, en la escena final , con música de la que a mi me gusta (llámese Tiersen, Bowy, Lou Reed, Iggy pop...) recorría el cuarto de ella, entre sus fotos, ropa, notas... Lloraba porque sabía lo difícil que sería para ella escarbarse las entrañas.Y es que me dijeron una vez que yo era muy almodovariana: Macabra y visceral, tal vez también se acordó de eso mi cabeza.Ha sido una especie de rememoranza de esa nostalgia quinceañera, como si mi inconsciente quisiera decirme "Tranquila, aún eres capaz de ser un poco irreal y desquiciada, no has madurado tanto, no te preocupes, puedes seguir sintiendo a pelo, como solías" e irónicamente me he quedado mucho más tranquila. Pero menos mal que no queda ahí la cosa, también he estado ordenando y seleccionando las fotos de Varsovia, iban a ser ellas las que ilustraran este extraño post, pero por cuestiones informáticas que se me escapan, no se pueden cargar.Besos y Abrazos.Por cierto, me conformo también con algo que me han dicho esta tarde, "la calidad de lo que escribimos estos días, supera a la cantidad de antaño".En fin.Caye en color entre libros, y esperando algún reencuentro en general.

Etiquetas:

jueves, agosto 09, 2007

Terapias


La mayor indignación siempre es propia, siempre es uno el responsable de sentir como siente, de temer lo que teme, pero culpamos a los demás de las tristezas e inseguridades "me ha dicho, me ha hecho, me ha defraudado..." pero es fácil decir culpa en vez de responsabilidad, porque alivia algo que no sabemos bien qué es pero que está clavadito como una espina, es más difícil mirarse las entrañas y aterrarse, es más difícil superar la ansiedad que tomar ansiolíticos. La envidia destructora que siempre tiene que ver con la mirada, con el registro Lacaniano de lo imaginario, es siempre alucinatoria, pero como repercute en lo real.Ser como se sea es no solo un placer o un problema sino una responsabilidad que debe asumirse. Yo aquí estoy, asumiéndola, pero a veces tanta responsabilidad duele en algún huequito. Como una mandorla en el cuello, prefieres escupirla o morir ahogado pero continuar con la asfixia es algo que no puede seguir sosteniéndose. Ultimadamente me duele la sangre, las piernas se cargan y las heridas tardan mucho en cicatrizar, los colores de los golpes parecen perpetuos y hasta oigo como fluyen las carreteras de mi cuerpo. Cada vez tengo más claro que es la psique la que enferma el alma, es la neurosis la que crea síntomas físicos, es la mente la que manda, y el cuerpo rudo pero ignorante, obedece. Las raíces son tan sólo un sueño romántico de atadura, Malouf lo decía bien claro; "no somos árboles, señores, podemos andar y tener raíces repartidas por el mundo, las personas o las canciones”. Es esa mi noción de patria, estar cerca de los que se me parecen y me sienten y no de los que he tenido al lado por simple vecindad.
Pero he aprendido un truco nuevo para vencer la nostalgia, algo que practico desde mi nueva raíz polaca, enseñarle un poco de algebra al cuerpo para que él también pueda sentir a pesar de la mente, para que él comience a ser sabio y en vez de enfermar la cabeza haga de bálsamo terapéutico y le dé una lección a esa pretenciosa. Tal vez sólo sea una cuestión de danza.

Etiquetas: